Muriendo por la patria: los fuerzas armadas de EE.UU. le hacen uno propuesta: educación gratis, si logra salir vivo de Irak.

El infante de marina Jesús Suárez soñaba con ser un héroe de EE.UU. En su ciudad natal de Tijuana, había visto a muchos amigos morir a causa de las drogas. Tras dejar las fuerzas armadas de EE.UU. Suárez tenía la intención de hacerse ciudadano estadounidense para luchar contra los traficantes como agente del FBI o de la DEA.

Durante la primera semana de la invasión de Irak, el infante de marina de 20 años se paró encima de una bomba antes de que explotara.

Suárez es uno de 150 latinoamericanos que hall muerto en Irak, cerca del 20% de las muertes de EE.UU., según Guerrero Azteca, una organización fundada por Fernando Suárez del Solar, el padre del infante. Guerrero Azteca provee listas de organizaciones que ofrecen becas universitarias y sicólogos voluntarios para ayudar a las familias a lidiar con sus pérdidas.

Suárez padre vendió su negocio de lavandería en Tijuana y se mudó a Escondido, California, donde repartió periódicos y trabajó en una caja registradora en una tienda 7 a 11 para que su único hijo pudiera establecer su residencia, ir a la escuela y después usar a las fuerzas armadas para perseguir su sueño.

Ahora Suárez viaja por todo el país tratando de convencer a otros llamados "infantes de marina de green card", quienes ven al servicio militar de EE.UU. como una ruta "fácil" para obtener su educación y ciudadanía. "Si quieren entrar a las fuerzas armadas para obtener una educación, deben saber que si pasan por esa puerta, podrían ir a la guerra y morir", dice Suárez.

Su campaña personal contra la guerra no está libre de controversias. Algunos latinoamericanos han llamado a Suárez antipatriota hacia su país adoptivo--especialmente en Miami--y le han dicho que se devuelva a México. Pero sus acciones son patrióticas porque está señalando las fallas de un sistema militar que, según Suárez, no siempre les dice "toda la verdad" a los reclutas latinos en potencia.

Suárez dice que los reclutadores nunca explican que los militares deducen dinero de sus cheques mensuales para su educación. Afirma que a los

reclutas no se les dice que deben pasar cuatro años de servicio activo y cuatro años en las reservas.

Sin duda, una educación universitaria, y la promesa del presidente George W. Bush de acelerar la ciudadanía para aquellos que ayudan a librar su guerra contra el terrorismo son dos importantes razones por las cuales los latinoamericanos componen un tercio de los aproximadamente 40,000 inmigrantes en las fuerzas armadas de EE.UU. El ex...