CERO TOLERANCIA.

• Author: Morris, Ruth
• Position: TT: Zero tolerance.

El ejecutivo colombiano Jairo Mejía no tolera ningún descuido en la lucha contra el fraude en los seguros.

No hace mucho tiempo, en colseguros, una de las mayores compañías de seguros de Colombia, las reuniones programadas para las ocho de la mañana no comenzaban hasta las nueve. Pero eso ya no sucede. "Ahora empezamos a las ocho-cero-cero", reitera Jairo Mejía, director de Colseguros, quien impone multas de 3.000 pesos (US$1,55) a los empleados por llegar tarde. Y si un teléfono celular suena durante una reunión, el dueño del aparato recibe otra multa de 5.000 pesos. "No es una simple idea. Es así y punto", dice.

La misma estricta disciplina la aplica a su plan para erradicar el fraude contra los seguros en la compañía, una campaña llamada "Cero tolerancia".

Mejía, nombrado al puesto más alto de Colseguros hace casi tres años, se ha ganado una reputación en el sector por combatir el fraude en todas sus manifestaciones de una forma innovadora y testaruda. En cuanto ocupó el cargo, pidió a todos los empleados que firmaran un código de conducta que exige que informen cualquier maniobra sospechosa. Más tarde, la empresa despidió a su principal representante de ventas por retener pagos de seguros de vida. El ex empleado ahora es un fugitivo de la justicia.

"Estoy hablando del campeón de la compañía", insiste Mejía. "Todos los años lo premiaban. Recibía un trofeo, recibía dinero, recibía un homenaje".

Luego, hace sólo unos meses, la compañía hizo titulares al denunciar un complejo plan para desfalcar en millones de dólares a la dirección de puertos de Colombia, aun cuando la reclamación aparentemente favorecía a la compañía.

Los abogados de Colseguros alertaron a Mejía cuando dos hombres que afirmaban representar a la compañía presentaron documentos judiciales legítimos y aseguraron que la dirección de puertos le debía US$23 millones a Colseguros por un acuerdo de 16 años de antigüedad. Por cobrar el pago atrasado, dijeron, sólo cobrarían US$5 millones. En realidad, dice Mejía, sus cálculos se basaban en una fórmula tan complicada que nadie en la firma podía desentrañarla. Lo que hicieron fue informar al gobierno.

Tabloide interno. Pero quizá el mejor ejemplo de la decisión de Mejía de combatir el fraude es el boletín Cero Tolerancia que publica la compañía, un pintoresco recuento de trampas y de infractores de la vida real. En una reciente edición se relata cómo un representante de Colseguros firmó un formulario de inspección por un automóvil...