El mercado cambiario y sus relaciones reales con la inflación: (el sistema de >).

AuthorCarrasquilla Cadavid, Jaime

ABSTRACT

A very important question in economics is the reciprocal influence between the currency exchange market and economies and, further, the various macroeconomic relationships that determine exchange rates, their relationship to inflation and, in consequence, the appropriate policies required to manage them.

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Se define que los mercados de divisas y el monetario son mercados especializados de "futuros", en donde las mercancías que concurren son monedas extranjeras y se originan tanto en el comercio internacional de bienes y servicios como, en mayor medida, en las transacciones registradas en los sectores fiduciario y monetario externos que, es claro, dependen del crédito y confianza que merezcan los participantes, de modo que cuando un fabricante vende sus productos en el exterior, será necesario convertir el pago recibido a moneda de su país o, también, cuando los bancos o los inversionistas quieran colocar o aceptar sumas de dinero, o los Estados decidan emitir Títulos de tesorería o Bonos del tesoro, en el mercado internacional, de todos modos tendrán que comprar y vender moneda extranjera.

La razón de la existencia de los mercados de "divisas" se origina en la necesidad, cada vez más creciente, del intercambio comercial de bienes y servicios y del flujo de capitales entre países, asociados con la disponibilidad de un gran número de monedas nacionales diferentes entre sí, por lo que, de llegar a desaparecer ese nacionalismo monetario, seguramente las operaciones del mercado de "divisas" se acabarían.

Por ejemplo, a raíz de la creación de una moneda europea única, a partir del lo de enero de 1999, dentro de ese continente el mercado cambiarlo regional se ha ido extinguiendo, pero el mercado mundial de divisas no se ha visto todavía afectado, aunque se ha polarizado hacia la nueva moneda, puesto que, al sustraer la Euro de las vicisitudes económicas y político sociales, propias de cada país, esta moneda se erigió muy fuerte como quiera que ya no es tocada por presiones devaluacionistas coyunturales nacionales, ni por estados deficitarios de las balanzas individuales: Comercial, de Pagos y de Rentas pero, aún más, al quitar a esa moneda única toda clase de determinantes se deberá convenir que ha sido concebida para que no devalúe por las causas usuales conocidas y, por tanto, en cambio, será parámetro de devaluación de muchas otras monedas.

Los demás países ya no tienen bases para especular sobre determinadas circunstancias locales, pues han de negociar con el poderío comercial de 12 naciones, y en un futuro mediato 14, reunidas balo una sola identidad económica que constituye el "bloque de la euro", lo que viene a ser como un sistema internacional de patrón de cambio, o Euro Exchange Standard, como, sin duda, terminará siendo designado y, con esto, Europa ha conseguido un nuevo significado de grupo de monedas que guardan entre sí una relación fija de valor absoluto y el de comunidad defensiva de países con economías cada vez más armonizadas pues, es obvio que una moneda única limita la posibilidad de emisión para atender el gasto público de consumo y, con ello, restringe indirectamente los déficits fiscales.

Europa ha liderado decisivas corrientes de pensamiento económico que han señalado el destino de la humanidad, como fueron la del doctor Adam Smith ("Las Causas de la Riqueza de las Naciones"-1776), que indicó el rumbo de la economía científica moderna, la Fabiana o del colectivismo socialista de los doctores Engel y Marx ("El Capital"-1867) y la del doctor Friedrich Von Hayeck o Neoliberalismo ("El Camino a la Servidumbre"-1944) acerca de limitaciones a los gobiernos y utilización de mercados libres y también se deberá aceptar que en este continente se originó, hacia 1880, el sistema de mercados de divisas, al mismo tiempo que no ha dejado de presionar, permanentemente, importantes reformas sobre el sistema monetario internacional.

Es por esto que todo lo que se conoce, referente a los mercados cambiarios, o bien partió de Europa y es todavía practicado, o bien se ha dado ya por superado, como son los casos de los sistemas de tasas fijas de cambio, de tasas de flotamiento controlado y de flotamiento libre, las políticas comerciales integradas de la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE), que creó en 1950 la Unión Europea de Pagos (UEP) encargándola de la liquidación mensual a través de un Banco Central de Pagos Internacionales (BCPI) con sede en Basilea (Suiza) y el sistema de tipo de cambio de valor medio respecto al dólar, llamado hoy de "bandas cambiarias", basado en el acuerdo monetario conocido como Smithsonian Agreement de diciembre de 1971 que, dicho sea, en Europa ya no tiene utilización ni valor práctico alguno.

El sistema de "banda cambiaria"

Este sistema se utilizó por primera vez en la Comunidad Económica Europea (CEE) que decidió, en el mes de marzo de 1972, reducir el margen de fluctuación entre las monedas de sus países miembros, desde -+ 41/2% acordado bajo el Smithsonian, hasta + 21/4% como máximo, pero dejándolas flexibles respecto al dólar, dando paso así al nacimiento de lo que llamaron "serpiente en el túnel" (Snake into tunnel) y, de esta manera, en el eje del "túnel" se situaba el valor del tipo de cambio de una moneda de la CEE con respecto al dólar y los límites máximo (+) y mínimo (-) estaban determinados por una desviación de [+ ó -] 2. 25% con respecto a dicho eje, de modo que las monedas, o en consonancia la devaluación, sólo podían oscilar, o serpentear, dentro del "túnel", alrededor de un eje fijo que se trataba de mantener horizontal y es por ello que al sistema de "bandas cambiarias" lo llaman algunos crawling peg.

Bajo el sistema de "banda cambiaria", el valor de cambio de una moneda cualquiera con respecto al dólar, en un tiempo t de referencia, es llamado "paridad central" y no valor medio o eje como lo fue antes. En igual rigor, el "túnel" torna su nombre en "banda cambiaria" y la desviación referida al eje, hoy condicionada a expectativas inflacionarias del porvenir, lo hace en "corredor de la banda", pero se debe advertir que la precitada "banda" ya no es de tendencia horizontal o sea que, ahora, se le predetermina una "pendiente", dada ésta por una variación lineal creciente del valor del tipo de cambio inicialmente determinado y es debida al desempeño esperado del sistema, con lo que cabe aseverar que bajo este método "paridad real" no existe y, además, es notable que maneja dos tipos de devaluación, la una puntual o "corredor" y la otra dinámica en el tiempo o "pendiente", es decir, referente a la devaluación de una moneda, el sistema de "banda cambiaria" aplica un criterio bivalente, de valores numéricos pero teóricos y supuestos que, llevados a la práctica y ante la técnica, resultan siendo "cuestión diquiuta" o indeterminada.

Ahora bien, dicha "pendiente" se fija con base en expectativas futuras que dependen de opiniones o pareceres, como puede observarse, por ejemplo, en los gráficos elaborados por Interbanco [Devaluación = 18.9% año] y por Anif [Devaluación = 12.0% año], publicados en el Semanario Económico Monitor. Colombia. Mayo 5 de 1998. p. 2. Pudiéndose afirmar que el gradiente de la banda, o variación del valor del tipo de cambio en el tiempo, que supuestamente determina la devaluación esperada o media normal, no es inferido con base en un proceso rigurosamente técnico y, en suma, la desviación con respecto al eje, o "corredor", ligada a una tasa de "inflación objetivo", también fijada a discreción, como fue establecida en Colombia en [+ ó -] 7.0% para 1998 o en [+ ó -] 7.5% en Venezuela, tampoco obedece a técnicas de cálculo apropiadas y es así como el sistema de "banda cambiaria", desde el punto de vista del análisis algebraico de funciones, no es válido ni verosímil y al no existir una relación funcional lógica entre las variables mal podrá servir para algo en lo económico.

Más específicamente, la pendiente de la "banda cambiaría" tiene como base el objetivo de definir una tendencia de valores crecientes por medio de la variación del tipo de cambio, valores que deberían ser las cifras que ajustan, o compensan, la pérdida de la capacidad competitiva de un país, referida ésta a la diferencia entre las tasas de inflación interna y la externa, de modo que con este sistema se pretende fijar una paridad monetaria que, supuestamente, debe establecer un punto de equilibrio móvil del poder de transacción internacional (PPTI) de una moneda, pero tendrá que aceptarse que, una "banda cambiaria", al no estar respaldada en una función real, no es útil como norma universal constante, clara y exacta, ni es el desarrollo de una formalización coherente y progresiva del acontecimiento económico.

O sea que este sistema, representado por un esquema gráfico auxiliar en el que se anotan las cifras de objetivos supuestos, es una guía, o un tope teórico, que se basa en predicciones derivadas de experiencias, pero no es una forma de medida que ligue cambios relativos de causa a efecto y es por eso que no establece compromiso de cumplimiento, pues, se explica: La línea central de una "banda cambiaria" no es, de ninguna manera, una línea de regresión que identifique una función lineal entre dos variables o que exprese explícitamente a la función Y($)t = f(X(us$)[.sub.t]). Ahora, de darse el caso de exceder el máximo valor positivo de desviación supuesta, o "techo", tampoco ocurre nada, diferente a lo normal esperado, es decir, más devaluación, pero entiéndase que ésta sólo se debe al deterioro creciente de una economía.

Con la anterior argumentación se pretende demostrar que...

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