El bid a los 50: más allá de Medellín.

• Author: Moreno, Luis Alberto

A fines de marzo, los gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo se reunirán en Medellín para su asamblea anual. Se tratará de una ocasión especial. Será la primera vez que China asista como el miembro número 48 del BID. Medellín misma nos da muchas esperanzas para el futuro de Latinoamérica y el Caribe. La ciudad que alguna vez fue vista como una de las más peligrosas de Latinoamérica es hoy una metrópolis pujante, orgullosa de su espíritu empresarial y de su paisaje encantador.

La asamblea marcará además el 50 aniversario del banco, un hito en la historia de la vasta variedad de proyectos que el Banco de Desarrollo ha apoyado en su vocación por reducir la pobreza y promover el crecimiento y el progreso sostenibles.

Pero en esta época de desafíos, la reunión de Medellín no se preocupará tanto por recordar el pasado sino por hacer un balance y mirar hacia el futuro. La crisis de la economía mundial amenaza con revertir años de logros sustanciales. Debemos tomar medidas audaces. No solo debemos lidiar con el impacto financiero inmediato de la crisis, sino que debemos hallar nuevas formas de enfrentar temas críticos como la desigualdad, la educación y el cambio climático. De hecho, tanto para el BID, que es desde hace años el socio preferido de la región en cuestiones de desarrollo, como para Latinoamérica y el Caribe, éste es uno de nuestros momentos más difíciles. La buena noticia es que tenemos la oportunidad de sentar las bases para lograr una prosperidad más amplia y sostenible.

UNA CRISIS IMPORTADA

A diferencia de otras crisis, la actual llega desde el exterior. Hasta hace unos meses, las economías de Latinoamérica y el Caribe disfrutaban un período de firme crecimiento apuntalado en políticas macroeconómicas sólidas. Las reservas internacionales habían crecido por primera vez a US$ 400 mil millones. La deuda pública había caído del 51% en 2003 al 35% en 2007, en proporción al producto interno bruto de la región. Gracias al rápido crecimiento económico de los últimos cuatro años, más de 38 millones de personas superaron el límite de la pobreza, el equivalente a la población total de Argentina.

Estos logros históricos ahora corren peligro. Muchas de las condiciones externas que favorecieron a la región durante las épocas de crecimiento han cambiado de manera drástica. El crecimiento económico mundial se ha desacelerado. Los precios de las materias primas están sufriendo una caída estrepitosa: los precios del cobre han caído un 40% y los del petróleo crudo están a un tercio del pico alcanzado en el verano. La entrada de capitales privados en gran parte se ha agotado. A medida que los clientes extranjeros más importantes entran en recesión o enfrentan caídas notables en sus economías, Latinoamérica no podrá exportar y salvarse así de la turbulencia a nivel mundial, como lo hizo durante la crisis rusa de finales de la década del 90.

Las remesas de dólares y los ingresos provenientes del turismo también se reducirán. La recaudación impositiva sufrirá un golpe duro. Muchos proyectos de inversión privada se cancelarán o se postergarán. Podemos esperar mayor desempleo y el deterioro en la calidad de contratación debido al crecimiento del empleo informal. La crisis financiera disminuirá el ritmo de crecimiento general de la región a menos del 2% en 2009, el más bajo desde 2002 y menos de la mitad del de 2008.

Sin embargo, las perspectivas no son todas negativas. Esta crisis generalizada no se parece a la crisis financiera de principios de los 80 que condujo a la "década perdida" de Latinoamérica. El manejo fiscal y monetario ha mejorado en muchos de los países de la región. A pesar de que algunas instituciones financieras pueden verse afectadas, en general los bancos de la región son sólidos gracias a las lecciones aprendidas por las agencias reguladoras durante las 31 crisis bancarias de los últimos 25 años.

No existe una fórmula universal para salir de esta crisis. Países como Chile, que fue cauto con la administración del dinero del estado en los buenos tiempos, se encuentran en mejor posición. Otros tendrán...