Introducción

AuthorIgnacio Ruiz Rodríguez
Pages19-28
INTRODUCCIÓN
El 4 de septiembre de 1479 se sellaba la paz entre Portugal y Castilla, a
través de uno de los tratados más significativos de cuantos firmaron aquellas
potencias atlánticas a lo largo de una larga historia de encuentros y desen-
cuentros: el de Alcáçovas, siendo los protagonistas del mismo Alfonso V de
Portugal y los Reyes Católicos. A través de este protocolo, finalizaba aquel
sangriento conflicto que se había desencadenado por la sucesión al trono
que dejara vacante Enrique IV de Castilla, entre los partidarios de Juana la
Beltraneja e Isabel.
Pero junto al citado compromiso de finalizar el enfrentamiento militar, el
tratado incorporaba otras cláusulas que hacían referencia a la ya presente,
pero también futura proyección exterior de ambas monarquías, justamente
en un momento histórico en el cual competían por el dominio del Atlántico
y de las costas africanas. En base a ello, los portugueses eran reconocidos
como señores de los territorios de Madeira, las Azores, Cabo Verde, Guinea
y prácticamente todo lo que “es hallado e se hallare, conquistase o descubriere en
los dichos términos, allende de que es hallado ocupado o descubierto”, en contrapres-
tación, los lusitanos reconocían el señorío de la Corona de Castilla sobre las
islas Canarias. Era el primer paso a lo que luego fue una de las más largas y
excelentes empresas, que haya tenido a la Monarquía Hispánica como pro-
tagonistas: la americana.
El primer gran protagonista fue Cristóbal Colón. Éste, tras haber ofreci-
do infructuosamente previamente su proyecto al Rey de Portugal, obtuvo la
promesa de los Reyes Católicos de patrocinarlo una vez acabada la Guerra
de Granada, cuestión que se evidenciaría en las conocidas Capitulaciones de
Santa Fe. De este modo, una vez finalizados todos los preparativos, la expedi-
ción de Colón partía de Palos de la Frontera el 3 de agosto de 1492, con las
carabelas La Pinta y La Niña, y con la nao, Santa María. La primera parada
en aquel largo camino habría de producirse en las islas Canarias, converti-
das casi desde ese mismo momento en el lugar interpósito entre la metrópo-
li y las tierras de la América Hispana. Allí permanecerían los expedicionarios
hasta el 6 de septiembre, desde donde nuevamente zarparían hasta el Oeste.
Finalmente, el 12 de octubre de 1492, aquellos marineros divisarían tierra.
Se trataba de una isla de las Bahamas llamada Guanahaní. Dos meses más
tarde, el 25 de diciembre de 1492 las embarcaciones llegan a la isla de Santo

To continue reading

Request your trial

VLEX uses login cookies to provide you with a better browsing experience. If you click on 'Accept' or continue browsing this site we consider that you accept our cookie policy. ACCEPT